jueves, 16 de enero de 2014

Enrique Peña Nieto y el regreso del Urbanismo

Leía hace unos días una nota de Alvaro Ardura Urquiaga en el diario El País del 3 de enero de 2014, cuyo título llamó mi atención: “Vuelve el Urbanismo (afortunadamente)”. Sin entrar en detalles, la nota hacía referencia a los efectos perversos que la mercantilización de la ciudad había causado en España y a la pérdida del propósito que se supone debe perseguir el urbanismo, que es el bien común. El resultado no es muy diferente al que se produjo en México en las últimas décadas: calles abandonadas, viviendas deshabitadas, ciudades desiguales y segregadas, “elefantes blancos” y devastación territorial y ambiental.

Luego de transitar durante varios años por el desmantelamiento de la práctica de la planeación territorial en México (véase la inserción del 20 de febrero de 2013: http://localglobalideas.blogspot.mx/2013/02/ordenamiento-territorial-u-ordenamiento.html), el inicio del sexenio de Enrique Peña Nieto arrancó con una medida audaz y a mi juicio adecuada, la creación de la SEDATU y la sectorización de la CONAVI a ella.

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Esto fue el inicio de una serie de acciones que sorprenden y que mantienen a la expectativa a quienes siempre propugnamos por fortalecer la política nacional de desarrollo urbano, ordenamiento territorial y vivienda. Esto no significa que no hubiera una política de vivienda, en particular de vivienda social. La hubo (y la hay), pero su principal motor fue la colocación de créditos hipotecarios y no la “construcción de ciudad”. Los resultados están a la vista en todos los desarrollos habitacionales en las periferias lejanas de las ciudades, parcialmente ocupados, inseguros, lejanos de fuentes de empleo, bandalizados, graffiteados , espacios criminógenos sin servicios, conectividad ni comercios cercanos.

Los costos económicos, sociales y ambientales de esta política de vivienda están más que documentados y no pretendo extenderme en ello, sino destacar un probable regreso al ejercicio de la disciplina del urbanismo gracias a los ajustes del 2013, empezando por la fusión de la entonces Subsecretaría de Desarrollo Urbano y Ordenación del Territorio de la SEDESOL a la hoy desaparecida Reforma Agraria y el nacimiento de la SEDATU, el ajuste de varios Programas orientados a mejorar el entorno urbano y la creación de nuevos programas.

El año pasado no sólo inició con la creación de una Secretaría de Estado que atiende específicamente la política urbana y de vivienda; sino que organizó 40 foros estatales, regionales y temáticos, que posicionaron en la agenda pública el tema. Si bien el urbanismo, el ordenamiento territorial y la vivienda aún no logran el impacto mediático que tienen las distintas reformas como la educativa, la energética y la financiera; sin duda estos Foros en los que participaron funcionarios públicos, empresarios, académicos y organizaciones de la sociedad civil; permitieron transmitir a la SEDATU, las prioridades y urgencias que había que resolver en materia de desarrollo urbano, vivienda y ordenamiento territorial.

En 2013 se desarrollaron también eventos muy importantes asociados al desarrollo urbano, como la Reforma a la Ley General de Asentamientos Humanos (aun pendiente) y la Reforma Urbana que implicó la celebración de 7 foros coordinados por CTS Embarq México, el IMCO y el Centro Mario Molina, en los que participaron una serie de expertos, académicos y líderes sociales y empresariales,  y que culminaron con el libro "Reforma Urbana: 100 Ideas para las Ciudades de México”.

Por otro lado, una vez constituida la SEDATU, el 2 de abril de 2013 se publicó en el Diario Oficial de la Federación su Reglamento, destacando la creación de la Subsecretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda y la Subsecretaría de Ordenamiento Territorial. Ambas atienden a través de nuevas Direcciones Generales, temas estratégicos como la coordinación metropolitana, el ordenamiento territorial, la atención a zonas de riesgo, el desarrollo regional y (por fortuna) la vivienda; este último, sector anteriormente exclusivo de los organismos nacionales de vivienda.

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Luego de un 2013 de ajustes normativos, institucionales, foros de consulta y algo de escepticismo, el 29 de diciembre de 2013 se publicaron en el Diario Oficial de la Federación, varias Reglas de Operación de programas que entraron en operación este año, orientados a financiar la política nacional de desarrollo urbano, vivienda, ordenamiento territorial y prevención de riesgos de desastres. Llaman la atención tres programas nuevos que buscan precisamente incidir en aquellos problemas que fueron resaltados durante los Foros de Consulta. Por un lado, el Programa de Reordenamiento y Rescate de Unidades Habitacionales, con un presupuesto de 17 millones de pesos, para fomentar una cultura condominal y dar mantenimiento a unidades habitacionales, fundamental si se desean impulsar ciudades densas y compactas. Asimismo, se creó el Programa de Reubicación de la Población en Zonas de Riesgo. No obstante el nombre del Programa, su objetivo no es precisamente reubicar, sino apoyar la elaboración de Programas Estatales de Ordenamiento Territorial, acción que se está acompañando de la instalación de Consejos Estatales de Ordenamiento Territorial. Al día de hoy, se han instalado 6 en el mismo número de estados.  Por fin una fuente de financiamiento específicamente para ordenamiento territorial y cuya ausencia (hasta este año) denuncié en su momento (véase el blog del 4 de septiembre de 2013: http://localglobalideas.blogspot.mx/2013/09/necesario-un-fondo-de-financiamiento_4.html). Enhorabuena!, y esperemos que se cree un fondo similar para programas de desarrollo urbano de centros de población. Las ventajas y beneficios de la planeación urbana y el ordenamiento territorial (si se hacen bien y se respetan), paga con creces la inversión requerida para su elaboración. Piénsese en lo que se hubiera ahorrado por un buen ordenamiento territorial en Guerrero, luego del paso del huracán Ingrid y la tormenta tropical Manuel.
Se encuentra también el flamante Programa de Consolidación de Reservas Urbanas, que entró en vigor el 1º de enero de 2014 y que establece las bases para financiar proyectos de vivienda social, siempre y cuando acrediten una localización al interior del área urbana dentro de Perímetros de Consolidación Urbana. Estos perímetros van del U1 (Perímetros de zonas urbanas centrales ya consolidadas con todos los servicios, equipamiento y empleo), U2 (zonas en proceso de consolidación con infraestructura y servicios urbanos de agua y drenaje) y U3 (zonas contiguas al área urbana aptas para el desarrollo urbano) (Disponibles por cierto en: http://ruvsig.azurewebsites.net). En principio, los organismos nacionales de vivienda no podrán otorgar créditos hipotecarios fuera de estos polígonos, salvo que sean desarrollos certificados (antes DUIS) y que cumplan con una serie de requisitos de provisión de servicios, equipamiento, conectividad, ambientales, entre otros.
Fuente:  http://ruvsig.azurewebsites.net

Merece una mención la creación de la Dirección General de Coordinación Metropolitana y un presupuesto de casi 10 mil millones de pesos del Fondo Metropolitano para 47 de 59 Zonas Metropolitanas. Por si fuera poco, el día de ayer 15 de enero de 2014 se anunció el Proyecto NAMA Mexicana de Vivienda Sustentable (NAMA significa Acciones de Mitigación Nacionalmente Apropiadas por sus siglas en inglés) que busca atraer financiamiento internacional a través de acciones de eficiencia energética en la edificación de vivienda social. Hay que decir que existen tres modalidades de NAMA: la de vivienda nueva, la de vivienda existente y la NAMA Urbana, esta última incluye la canalización de recursos de este fondo para proyectos de suministro de agua, alcantarillado, alumbrado público y manejo de residuos sólidos. No sólo eso, se creó el Mexican NAMA Facility (MNF) para financiar acciones de eficiencia energética a través de fondos internacionales. El MNF apoyará adicionalmente NAMAs que está impulsando el Gobierno de México, tales como la sustitución de fogones abiertos por estufas eficientes de leña en el medio rural, aprovechamiento o quema de metano en rellenos sanitarios, renovación del parque vehicular, proyectos de cogeneración industrial, entre otras acciones orientadas a mitigar gases de efecto invernadero.

En síntesis, una Secretaría de Estado nueva que diseña y conduce la política nacional de desarrollo urbano, ordenamiento territorial y vivienda; la creación de dos nuevas Subsecretarías y varias Direcciones Generales y nuevos programas para financiar la planeación urbana, desarrollo metropolitano, ordenamiento territorial y la prevención de desastres, una nueva política urbana y de vivienda que busca contener el crecimiento y focalizar el otorgamiento de créditos hipotecarios en zonas intraurbanas y el surgimiento de nuevos instrumentos financieros de vivienda sustentable para mitigar gases de efecto invernadero y combatir el cambio climático.

La mesa está puesta y sensaciones de satisfacción y escepticismo se superponen. Quiero pensar que urbanistas, planificadores territoriales, diseñadores de asentamientos humanos, arquitectos, ingenieros, geógrafos y en general todos quienes nos dedicamos a planear las ciudades, estaremos muy ocupados en este nuevo escenario que, cuando menos a mí, me deja con expectativas de lo que se viene el resto del sexenio. Sin embargo, aún quedan muchos retos, como la necesidad de simplificar el sistema de planeación territorial y al mismo tiempo integrar el ordenamiento territorial con otros sectores como el ambiental, forestal, turístico, de comunicaciones y transportes, etc.; perfeccionar la gobernanza metropolitana, promover esquemas de asociacionismo intermunicipal, integrar el desarrollo urbano con el transporte y la movilidad, perfeccionar asimismo los instrumentos de gestión del suelo y mejorar las finanzas locales, regularizar viviendas y ofrecer suelo y vivienda en zonas aptas para familias de escasos recursos, combatir la especulación, simplificar los procesos de incorporación del suelo de origen ejidal al desarrollo urbano y (hay que decirlo….) combatir la corrupción. Casi nada... El 2014 arranca pues a tambor batiente como el año que recupera la práctica del urbanismo y la planificación territorial. Esperemos, sin embargo, que sea el sexenio en el que la práctica del urbanismo regresó para quedarse.

Juan Carlos Zentella Gómez
Local & Global Ideas
Twitter: @jczentella